Este 27 de noviembre, la comunidad del Instituto Marillac se une con alegría y devoción para celebrar el Día de la Virgen de la Medalla Milagrosa, una fecha de profundo significado espiritual e identitario para nuestra institución.
La Virgen de la Medalla Milagrosa se remonta a las apariciones realizadas a Santa Catalina Labouré en 1830, en la capilla de las Hijas de la Caridad en París. En estas revelaciones, María entregó un mensaje de esperanza y protección, pidiendo la elaboración de una medalla que, bajo la promesa “Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”, se convirtió en símbolo universal de fe, consuelo y milagros.
Para el Instituto Marillac, su figura representa el amor misericordioso, la solidaridad y el compromiso con el servicio—valores que guían nuestra labor educativa y que inspiran el crecimiento humano y profesional de nuestros estudiantes.
Como parte de esta celebración, los alumnos de CCH y de la Licenciatura en Enfermería ofrecieron flores a la Virgen, gesto que refleja su gratitud y confianza en su intercesión. Además, se realizó una hermosa representación en la que la Virgen María habló simbólicamente a cada uno de nuestros estudiantes, invitándolos, mediante una reflexión profunda, a convertirse en una “medalla viviente”: un recordatorio vivo del amor, la bondad y el servicio que deben reflejar en su vida cotidiana.
En honor a esta festividad, también se llevaron a cabo emocionantes partidos amistosos, tanto femenil como varonil, entre los equipos de CCH y Licenciatura, fortaleciendo el sentido de comunidad, sana convivencia y fraternidad que caracteriza a nuestro Instituto.
Hoy reafirmamos nuestra fe, tradición y compromiso con la formación integral, recordando que la Virgen de la Medalla Milagrosa acompaña nuestro caminar y nos invita a vivir con mayor entrega, empatía y espíritu de servicio.



























